La semana del 23 al 28, de Septiembre, la comunidad del Seminario Diocesano de Mallorca, junto con su formador, Mn. Jaume Estela, nos dirigimos al Santuario Mariano de Lluc, para ofrecer a nuestra Madre, el inicio del año académico 2019-2020, año que comienza nutrido por la incorporación de nuevos seguidores de Jesús.

Quien como la madre, para darnos fortaleza, ánimo y protección para nuestras vidas y para nuestro díscipulado al lado de su hijo amado, ese hijo que nos ha llamado por y para el amor.

Fueron unos días de oración, de trabajo y de convivencia entre toda la comunidad formativa; fue un tiempo precioso para trabajar juntos sobre la programación de la vida del seminario y sobre los lineamientos que propone la C.E.E (Conferencia Episcopal Española) para la formación de los futuros sacerdotes, para ello hicimos uso de la “Ratio Fundamentalis”

En medio del estudio de la “ratio” hubo espacio para la interacción de todos como nueva comunidad, para ello excursiones, y espacios de futbol con lo chicos de la Escolanía de Lluc, hubo momento para la tertulia y el compartir de experiencias de vida, que siempre animan y motivan el seguimiento de Cristo Buen Pastor

Fue una semana fructífera en todos los sentidos, porque, comenzábamos el día ofreciendo la jornada al Señor, con el rezo de Laudes, meditación personal. Acto seguido reponer fuerzas con un buen desayuno.

Las sesiones de trabajo, empezaban después del desayuno, con alguna interrupción, para rezar el Angelus y la hora menor. Además, algunas pausa para airear la mente y así, poder afrontar la segunda sesión con las ideas frescas.

Después de la segunda sesión de trabajo, venia la hora del almuerzo, por las tardes teníamos el rezo de la vísperas, la Eucaristía, como centro de toda nuestra vida Cristiana, y el rezo del santo Rosario, porque el Santuario de Lluc propiciaba el espacio para entrar en dialogo con la Madre del cielo; luego de ello cenábamos, y luego de la cena el espacio se prestaba para compartir algún juego en el que como comunidad nos unimos para interactuar y pasar el rato de una manera agradable.

Se cerraba el día con el rezo de completas, y nos retirábamos a nuestras habitaciones, para descansar.

A lo largo de nuestra estancia en el santuario, recibimos la visita de los sacerdotes encargados del Santuario, y como no, de nuestro Obispo y Pastor: Dn. Sebastian Taltavull, para animarnos con su presencia y dar la bienvenida formal a los nuevos miembros de la comunidad. Fue agradable compartir la cena con nuestro pastor, como el primer rector del seminario, Muchas gracias Dn. Sebastian.

Ahora toca poner en practica, todo lo vivido y dicho todos esos días en Lluc.

Con la ayuda de los formadores y de cada de uno de los seminaristas, para que nuestra comunidad sea, casa de oración.

Que Dios bendiga nuestro Seminario con muchas vocaciones para el servicio a los hermanos.