Seminario maYor

El Concilio de Trento en 1563 mandó que en cada diócesis se establecieran seminarios conciliares para la formación de los futuros presbíteros. En Mallorca, el canónigo Bartomeu Llull el 1635 había fundado el Pontifici Col·legi Major de la Mare de Déu de la Sapiència, cuyos alumnos estudiaban teología en Monti-sion (PP. Jesuitas).

A pesar del mandato conciliar, el obispo se encontró con obstaculos económicos para fundar el necesario Seminario tridentino en Mallorca. No solo el pueblo pedía el seminario para tener pastores más preparados, puesto que los obispos mallorquines, al hacer la visita ad limina a Roma, se veían interpelados por la Sagrada Congregación del Concilio, que entonces urgía la aplicación del Concilio de Trento. Los Jurats de la Ciutat i Regne (gobierno colegiado de la ciudad e isla al frente del Gran i General Consell representativo) en 1589 habían pedido al Papa Sixto V que aprobara en la Catedral diocesana una partida dedicada a recoger limosnas para fundar el Seminario.

El Obispo Bernat Cotoner, al ir a Roma en 1681, se quejó de la carencia de colaboración de su presbiterio en este asunto tan vital para la Diócesis y murió sin haber conseguido lo que él tanto se propuso. Fue el Obispo Pere d’Alagó, que ante la insistencia continuada de la Santa Sede, tomó la decisión de fundar el Seminario. El año 1699 fueron elegidos los diputados que según el Concilio de Trento tenían que encargarse en cada diócesis de organizar el Seminario. Después de buscar el lugar más adecuado se pensó en una parte del Palacio Episcopal, pero finalmente se optó por la actual Casa de la Iglesia, que había sido un tiempo monasterio de las Capuchinas y que en aquel momento era propiedad de los Jesuitas. Adquirido aquel conjunto de casas viejas, se aprovechó lo que ya había y en junio de 1700, el día de San Pedro, con una celebración de la Misa en la Catedral participada por el pueblo con mucho ánimo por el hecho tan esperado, los primeros trece seminaristas iniciaron la existencia del Seminario Conciliar de Mallorca.

El año 1829 ante la supresión de la Universidad de Mallorca, lugar habitual de estudio para los seminaristas, el obispo Pérez de Hirias erigió en el Seminario tres cátedras de filosofía y dos de teología y en 1832 se añadieron dos más. El año 1835 se añadieron las de latín y humanidades. De este modo quedaba completamente cumplido el decreto tridentino. En torno a aquellos años se tuvo que cerrar el Seminario (1836-1845) debido a los grandes disturbios causados por el ambiente político que impregnaba toda la sociedad mallorquina y el Estado español en general.

El año 1887 era nombrado rector del Seminario por el Obispo Jacint M. Cervera Mn. Miquel Maura, hermano del que sería presidente del gobierno Antoni Maura, y hombre de grandes inquietudes. Hizo construir la nueva capilla del Seminario de estilo neogótico para dar cabida a la gran cantidad de seminaristas. El obispo Pere J. Campins otorgó al Seminario un nuevo plan de estudios más equilibrado que el anterior. También fundó los certámenes científico-literarios en que participaban los seminaristas. En 1909 fue creada la Schola Cantorum del Seminario y un año después empezaba el museo bíblico.

El año 1948 los seminaristas eran 211, número excesivo para las instalaciones del Seminario, hecho que obligó a usar dependencias del convento de los Agustinos hasta encontrar una solución. Aquel mismo año, Mn. Joan Mas hace donación de unos solares en la finca de Son Gibert y el 12 de junio de 1949 estaba colocada la primera piedra del llamado Seminario Nuevo. El año 1953 ya se pudieron establecer allí los seminaristas menores y el año siguiente los filósofos. El curso 1956-57 todos los seminaristas ya se encontraban en la nueva casa y en 1960 era bendecida la capilla y consagrado el altar. 

Debido al descenso de vocaciones y puesto que el edificio era considerado desmesurado para la nueva situación, se decidió trasladar la sede del Seminario al centro de Palma en el año 1985, al antiguo colegio de la Sapiència, donde actualmente se encuentra.